Running después de los 40: No eres joven, pero disfruta como uno

Última actualización: 12/10/2025

Correr a los 40: El arte de disfrutar sin hacer el loco

corredor hombre de 40 años

Cómo empezar a correr después de los 40.

Correr después de los 40 no solo es posible, sino que puede convertirse en una de las mejores decisiones para cuidar tu salud física y mental.

A lo largo de este artículo hemos explorado cómo empezar desde cero, cómo mejorar si ya eres un corredor habitual y qué estrategias seguir para prevenir lesiones y cuidar tu corazón.

La clave está en escuchar a tu cuerpo, adaptar tus entrenamientos y mantener una mentalidad positiva.

Ya sea que busques mejorar tu condición física, reducir el estrés o simplemente disfrutar del aire libre, el running puede ofrecerte beneficios que van mucho más allá del deporte: mayor energía, mejor calidad de vida y la satisfacción personal de superar tus propios límites.

Recuerda que cada paso cuenta y que nunca es tarde para empezar o retomar el camino.

Así que, ¿qué estás esperando? Ponte las zapatillas, sal a correr y haz de cada kilómetro una inversión en tu bienestar futuro. ¡El mejor momento para empezar es ahora!

 

Correr después de los 40: No te hagas el joven, pero disfruta como uno

correr despues de los 40 años

Correr después de los 40 años puede ser una experiencia increíblemente gratificante, pero, seamos sinceros, ya no tienes el cuerpo de un veinteañero.

Intentar entrenar como si fueras más joven no solo es poco realista, sino también una receta para acabar en el sofá con una bolsa de hielo en la rodilla. Si gestionas bien tus entrenamientos y aceptas tus nuevas realidades, puedes disfrutar plenamente del running y obtener enormes beneficios para tu salud. Eso sí, con cabeza… ¡y con las zapatillas adecuadas!

No eres un veinteañero (y está bien)

A esta edad, tu cuerpo ya no tiene la misma elasticidad ni capacidad de recuperación que antes. Forzarte a correr más rápido o más lejos sin respetar tus límites puede llevarte directamente a una lesión. El riesgo de problemas articulares o musculares aumenta si no escuchas a tu cuerpo. Pero aquí viene la buena noticia: no es necesario correr como un loco para obtener resultados. De hecho, entrenar con inteligencia y adaptar tus objetivos te permitirá disfrutar del running sin poner en peligro tu salud.

Corre con cabeza: Calidad sobre cantidad

En lugar de obsesionarte con grandes distancias o tiempos récord, enfócate en entrenamientos bien estructurados. Incluye calentamientos dinámicos, ejercicios de fuerza para proteger tus articulaciones y sesiones aeróbicas moderadas. Además, prioriza la recuperación: tu cuerpo necesita más tiempo para repararse después del esfuerzo. Días de descanso activo, estiramientos regulares y una buena hidratación son ahora tus mejores aliados. Y ojo: correr en superficies blandas y usar zapatillas adecuadas puede ahorrarte muchas visitas al fisioterapeuta.

Beneficios únicos (sin hacer locuras)

El running después de los 40 tiene ventajas que van más allá del deporte. Mejora tu salud cardiovascular, fortalece músculos y huesos, y reduce el estrés acumulado (¡sí, ese que te dan los niños o el jefe!). Además, te permite mantenerte activo y socializar con otros corredores que comparten tus intereses. No se trata de competir con tu "yo" joven, sino de disfrutar del proceso y celebrar cada pequeño logro.

Acepta que ya no eres un veinteañero y evita hacer locuras… pero recuerda que aún tienes mucho por ganar. Si corres con cabeza y respetas los límites de tu cuerpo, el running puede convertirse en una fuente inagotable de bienestar físico y mental. ¡Ponte las zapatillas, sal a correr y demuestra que la experiencia es tu mejor aliada! ¿Y si alguien te dice que estás viejo para esto? Bueno… ¡que intente alcanzarte primero!

 

Antes de empezar: Revisión médica y preparación inicial

Correr después de los 40 puede ser una experiencia transformadora, pero antes de dar el primer paso, es fundamental asegurarte de que tu cuerpo está preparado para este desafío. Aquí tienes los pasos clave que debes seguir antes de lanzarte a la aventura:

  1. Consulta médica obligatoria:
    Antes de iniciar cualquier programa de running, es imprescindible realizar un chequeo médico completo. Esto incluye un análisis de sangre y, si es posible, una prueba de esfuerzo o electrocardiograma para evaluar la salud cardiovascular. Este paso es especialmente importante si llevas tiempo sin hacer ejercicio o tienes antecedentes médicos como hipertensión, diabetes o problemas articulares. Un corazón sano es esencial para correr con seguridad.
  2. Prueba de esfuerzo:
    Esta evaluación te ayudará a conocer tu capacidad aeróbica y establecer límites seguros para tus entrenamientos. Además, te permitirá identificar posibles riesgos y adaptar tu ritmo según tu estado físico actual.
  3. Planificación inicial:
    Define objetivos realistas basados en tu nivel actual: ¿quieres empezar desde cero o retomar el running después de años de inactividad? Esto te ayudará a establecer un plan progresivo que respete tus límites.
  4. Equipamiento adecuado:
    Invierte en unas zapatillas específicas para running que ofrezcan buena amortiguación y soporte, adaptadas a tu tipo de pisada (pronador, supinador o neutro). También elige ropa técnica transpirable y cómoda para evitar rozaduras y mantenerte seco durante las sesiones.

Tomarte el tiempo para realizar estas preparaciones no solo te ayudará a prevenir lesiones, sino que también garantizará que disfrutes del proceso desde el principio. ¡Recuerda, correr con seguridad es correr con inteligencia!

 

Principiantes: Cómo empezar a correr después de los 40

mujer de mas de 40 anos corriendo con su perro

Si nunca has corrido antes o llevas años sin practicar ejercicio, empezar a correr después de los 40 puede parecer intimidante, pero con el enfoque correcto, es una experiencia gratificante y segura. Aquí tienes las claves para dar tus primeros pasos:

  1. Método CaCo (Caminar y Correr):
    Este método es ideal para principiantes porque alterna intervalos de caminata y carrera suave, permitiendo que tu cuerpo se adapte gradualmente al esfuerzo. Por ejemplo, comienza con ciclos de 1 minuto corriendo y 2 minutos caminando durante 20-30 minutos. A medida que avances, incrementa el tiempo de carrera y reduce el de caminata hasta que puedas correr de manera continua. Este enfoque minimiza el impacto en las articulaciones y reduce el riesgo de lesiones.
  2. Progresión gradual:
    La paciencia es clave. Durante los primeros meses, evita objetivos competitivos y enfócate en construir una base sólida. No aumentes la distancia o intensidad más del 10% por semana para permitir que tus músculos, tendones y articulaciones se adapten al nuevo esfuerzo.
  3. Frecuencia recomendada:
    Comienza con 2 sesiones semanales para dar tiempo a tu cuerpo a recuperarse entre entrenamientos. La constancia es más importante que la cantidad inicial.
  4. Equipamiento adecuado:
    Invierte en unas zapatillas específicas para running que ofrezcan buena amortiguación y soporte según tu tipo de pisada (pronador, supinador o neutro). También utiliza ropa técnica transpirable para mayor comodidad.
  5. Mentalidad positiva:
    Es normal sentir fatiga o molestias al principio, pero evita desanimarte. Celebra cada pequeño progreso y recuerda que el objetivo no es correr rápido, sino hacerlo de manera constante y segura.

Con estas estrategias, podrás disfrutar del running desde el primer día sin poner en riesgo tu salud ni desmotivarte. ¡Recuerda que cada paso cuenta hacia una vida más activa y saludable!

 

Corredores regulares: Cómo mejorar sin riesgos después de los 40

 

Si ya tienes experiencia corriendo y has superado los 40 años, es el momento de optimizar tu entrenamiento para mantener el rendimiento sin comprometer tu salud. Aquí tienes las claves para seguir progresando de forma segura:

  1. Entrena mejor, no más:
    A esta edad, la calidad del entrenamiento es más importante que la cantidad. Reduce el número de sesiones intensas a 1 o 2 por semana y alterna con entrenamientos suaves o de recuperación. Esto permitirá que tu cuerpo asimile mejor el esfuerzo y reduzca el riesgo de lesiones.
  2. Incorpora entrenamiento de fuerza:
    El fortalecimiento muscular es imprescindible para corredores mayores de 40 años. Ejercicios como sentadillas, zancadas, planchas y trabajo con pesas ayudan a mantener la masa muscular, proteger las articulaciones y mejorar la economía de carrera.
  3. Incluye actividades de bajo impacto:
    Complementa tus entrenamientos con actividades como ciclismo, natación o ejercicios en elíptica. Estas alternativas reducen el estrés en las articulaciones mientras fortalecen tu sistema cardiovascular.
  4. Prioriza el descanso y la recuperación:
    A medida que envejecemos, el cuerpo necesita más tiempo para recuperarse. Asegúrate de incluir días de descanso completo en tu plan semanal y considera técnicas como masajes, estiramientos profundos o sesiones de yoga para acelerar la recuperación.
  5. Cuida tu hidratación y nutrición:
    A los 40, el cuerpo puede ser menos eficiente regulando la hidratación. Bebe agua regularmente antes, durante y después de correr. Además, asegúrate de consumir una dieta equilibrada rica en proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables para apoyar tus entrenamientos.
  6. Escucha a tu cuerpo:
    Aprende a identificar señales de fatiga o molestias físicas y ajusta tu rutina en consecuencia. Si sientes dolor persistente o cansancio extremo, no dudes en reducir la intensidad o consultar a un profesional.

Con estas estrategias, podrás seguir disfrutando del running mientras cuidas tu salud y maximizas tus resultados. Recuerda que correr después de los 40 no se trata solo de competir, sino de disfrutar del proceso y mantenerte activo durante muchos años más. ¡Corre con inteligencia y pasión!

 

Apps y relojes deportivos recomendados para correr después de los 40

mujer mirand su telefono con app running

Cuando se trata de running, especialmente si estás comenzando o retomando después de los 40, contar con herramientas tecnológicas puede marcar la diferencia. Tanto las aplicaciones móviles como los relojes deportivos te ayudan a medir tu rendimiento, mantener la motivación y entrenar de manera más inteligente. Aquí tienes una selección concreta según tus necesidades:

Las mejores apps para running: Simples y efectivas

  1. Runkeeper: Ideal para principiantes, esta app es fácil de usar y te permite registrar tus carreras con GPS, establecer objetivos y recibir alertas en tiempo real sobre tu progreso.
  2. Couch to 5K: Diseñada para quienes empiezan desde cero, ofrece un programa estructurado de 9 semanas que combina caminar y correr para llegar a completar 5 kilómetros.
  3. Strava: Perfecta si buscas una experiencia social. Puedes compartir tus entrenamientos, competir con amigos y analizar tus estadísticas.
  4. Nike Run Club: Ofrece planes personalizados según tu nivel y objetivos, además de motivarte con desafíos y audios inspiradores durante las sesiones.

Relojes deportivos para running puro

  1. Garmin Forerunner 55:
    • Ideal para principiantes que buscan un reloj sencillo pero funcional. Ofrece GPS preciso, seguimiento de frecuencia cardíaca y sugerencias diarias de entrenamiento.
    • Autonomía: Hasta 14 días en modo reloj y 20 horas en modo GPS.
    • Ventaja clave: Fácil de usar, ligero (37 g) y con funciones básicas como PacePro para mantener el ritmo.
  2. Garmin Forerunner 165:
    • Para corredores que quieren algo más avanzado sin gastar demasiado. Incluye pantalla AMOLED, análisis del VO2 Max, dinámica de carrera y altímetro.
    • Autonomía: Hasta 11 días en modo reloj y 19 horas en GPS.
    • Ventaja clave: Perfecto equilibrio entre precio y funcionalidades avanzadas.

Relojes deportivos con estilo urbano

  1. Garmin Vivoactive 5:
    • Ideal si buscas combinar deporte con un estilo más casual. Ofrece seguimiento del sueño, Body Battery (energía corporal) y funciones deportivas básicas.
    • Autonomía: Hasta 21 días en modo eco y 17-21 horas en GPS.
    • Ventaja clave: Diseño ligero (36 g) con opciones como responder mensajes desde el reloj.
  2. Garmin Venu 3:
    • Perfecto para quienes quieren lo mejor del deporte y la vida cotidiana. Incluye pantalla AMOLED, seguimiento avanzado del sueño, llamadas desde el reloj y entrenamientos guiados.
    • Autonomía: Hasta 14 días en modo reloj conectado y 26 horas en GPS.
    • Ventaja clave: Funciones avanzadas como análisis del estrés y entrenamientos preconfigurados.

¿Qué elegir según tus necesidades?

  • Si buscas simplicidad para empezar a correr, opta por el Forerunner 55 o las apps como Couch to 5K o Runkeeper.
  • Si ya eres corredor habitual o quieres funcionalidades avanzadas, elige el Forerunner 165 o el elegante Venu 3 si también deseas un estilo más urbano.
  • Para quienes buscan un equilibrio entre deporte ocasional y uso diario, la Vivoactive 5 es una excelente opción.

Con estas herramientas no solo medirás tu progreso con precisión, sino que también mantendrás la motivación necesaria para disfrutar del running a cualquier edad. ¡Elige lo que mejor se adapte a ti y empieza a sumar kilómetros!

 

¿Con o sin entrenador personal, en un club? Encuentra lo que mejor se adapta a ti

entrenador personnal corredor de mas de 40 años
entrenador personnal corredor de mas de 40 años

A la hora de decidir cómo entrenar, tienes varias opciones: con un entrenador personal, en un club o por tu cuenta.

Todo depende de lo que busques y cómo te sientas más cómodo.

Entrenar con un entrenador personal es ideal si quieres atención exclusiva y resultados rápidos. Este profesional se encargará de diseñar un plan adaptado a tus objetivos y corregir tu técnica para evitar lesiones. Además, siempre tendrás a alguien que te motive cuando las fuerzas flaqueen. Eso sí, esta opción puede ser más costosa y menos social, ya que todo el foco está en ti. Si te gusta entrenar a tu ritmo y no necesitas mucha compañía, es una gran alternativa.

Entrenar en un club o grupo de running tiene un encanto especial. Correr con otros crea un ambiente motivador y divertido, perfecto para los días en los que salir solo cuesta más. Además, siempre habrá alguien con experiencia dispuesto a darte consejos o compartir rutas nuevas. Los clubes suelen ofrecer entrenamientos planificados por entrenadores, lo que garantiza que sigas progresando sin sentirte perdido. Eso sí, el ritmo del grupo puede no ajustarse siempre a tus necesidades específicas, pero la energía colectiva compensa cualquier inconveniente.

Finalmente, entrenar por tu cuenta te da total libertad: eliges cuándo, dónde y cómo correr. Esta opción es perfecta si tienes horarios complicados o disfrutas de la soledad del running. Sin embargo, sin una guía adecuada podrías caer en errores técnicos o perder la motivación con el tiempo.

En resumen, si buscas resultados personalizados y supervisión constante, un entrenador personal es para ti. Si prefieres el apoyo social y la motivación grupal, un club es la mejor elección. Y si valoras tu independencia pero quieres evitar errores comunes, combinar sesiones en grupo con momentos individuales puede ser la solución ideal. ¡Elige lo que mejor se adapte a ti y disfruta del camino!

El "peligro" de empezar a correr: de la salud al desafío (y a veces, al exceso)

Empezar a correr para cuidar tu salud es una idea fantástica: mejoras tu corazón, reduces el estrés y te sientes más fuerte.

Pero cuidado, porque este deporte tiene un "efecto secundario" que muchos no ven venir: engancha. Lo que empieza como un par de vueltas al parque puede convertirse en un reto tras otro, hasta que un día te encuentras inscribiéndote en un maratón… sin tener ni idea de lo que eso implica.Y aquí está el problema.

Pasar de ser sedentario a querer correr 42 kilómetros no solo es ambicioso, sino potencialmente peligroso. Tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse: músculos, articulaciones y corazón deben fortalecerse poco a poco.

Saltarte esta progresión puede llevarte a lesiones, agotamiento o incluso problemas más serios, como accidentes cardiovasculares. Además, aunque los desafíos son motivadores, algunos pueden ser simplemente absurdos si no estás preparado.La clave está en disfrutar del proceso sin precipitarse.

Si decides ponerte metas (¡y claro que puedes hacerlo!), asegúrate de que sean realistas y alcanzables. Por ejemplo, empieza con carreras de 5K o 10K antes de soñar con una maratón. Escucha a tu cuerpo, respeta tus límites y recuerda que correr no se trata solo de acumular kilómetros o medallas, sino de sentirte bien contigo mismo.Así que sí, corre por tu salud y déjate llevar por el placer del running. Pero no pierdas la cabeza: no necesitas demostrar nada a nadie ni convertirte en un superhéroe del asfalto de la noche a la mañana. ¡Disfruta del camino sin prisas ni presiones!

 

Prevención de lesiones: Cuida tu cuerpo mientras corres

Correr después de los 40 puede ser una experiencia increíblemente gratificante, pero también requiere tomar medidas adicionales para prevenir lesiones y cuidar tu cuerpo. Aquí tienes los puntos esenciales para mantenerte sano y disfrutar del running sin contratiempos:

  1. Calentamiento adecuado:
    Antes de empezar a correr, dedica al menos 10-15 minutos a un calentamiento dinámico. Realiza movimientos articulares, trote suave y estiramientos dinámicos enfocados en los músculos principales (cuádriceps, isquiotibiales, gemelos). Esto prepara tu cuerpo para el esfuerzo y reduce el riesgo de lesiones musculares y articulares.
  2. Progresión gradual:
    Incrementa la intensidad y la distancia de tus entrenamientos de forma progresiva, respetando el límite del 10% semanal. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo necesita más tiempo para adaptarse a nuevas cargas físicas, por lo que es fundamental evitar sobrecargas que puedan derivar en lesiones como la fascitis plantar o la tendinopatía de Aquiles.
  3. Entrenamiento de fuerza:
    Incorpora ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos veces por semana. Sentadillas, zancadas y trabajo con pesas ayudan a proteger las articulaciones y mejorar la estabilidad, reduciendo el impacto del running en huesos y tendones4.
  4. Flexibilidad y recuperación:
    Después de correr, realiza estiramientos estáticos para mantener la flexibilidad muscular. Considera incluir sesiones de yoga o pilates en tu rutina para mejorar la movilidad y prevenir tensiones acumuladas4.
  5. Equipamiento adecuado:
    Usa zapatillas específicas para running que se adapten a tu tipo de pisada (pronador, supinador o neutro) y ofrezcan buena amortiguación. Cambia tus zapatillas cada 600-800 kilómetros para evitar que pierdan su efectividad2.
  6. Descanso y escucha activa del cuerpo:
    Asegúrate de incluir días de descanso en tu plan semanal para permitir que tu cuerpo se recupere adecuadamente. Si sientes dolor persistente o fatiga excesiva, reduce la intensidad o consulta a un profesional4. Recuerda: el descanso también forma parte del entrenamiento.
  7. Hidratación constante:
    Mantén una hidratación adecuada antes, durante y después de correr para evitar calambres musculares o problemas derivados del esfuerzo físico prolongado2.

Con estas estrategias, podrás minimizar el riesgo de lesiones y disfrutar plenamente del running a cualquier edad. ¡Recuerda que cuidar tu cuerpo es la clave para seguir sumando kilómetros con salud y energía!

 

Salud cardiovascular y nutrición: Correr con un corazón fuerte y una dieta adecuada

hombre de mas de 50 años que acaba su primer maraton

Correr después de los 40 no solo requiere un enfoque en el entrenamiento, sino también en cuidar tu salud cardiovascular y mantener una alimentación equilibrada que respalde tus esfuerzos. Aquí tienes las claves para optimizar ambos aspectos:

Salud cardiovascular: Escucha a tu corazón

  1. Chequeos regulares:
    Asegúrate de realizar revisiones médicas periódicas, especialmente si tienes antecedentes familiares de problemas cardíacos o llevas tiempo sin hacer ejercicio. Una prueba de esfuerzo puede ser clave para evaluar tu capacidad aeróbica y establecer límites seguros.
  2. Control del ritmo cardíaco:
    Utiliza un pulsómetro o reloj deportivo para monitorear tus pulsaciones durante los entrenamientos. Esto te ayudará a mantenerte en la zona adecuada (zona aeróbica o anaeróbica, según el objetivo) y evitar sobreesfuerzos que puedan poner en riesgo tu salud.
  3. Entrenamiento progresivo:
    Evita esfuerzos bruscos o repentinos, especialmente si estás empezando. Incrementa la intensidad de manera gradual para permitir que tu sistema cardiovascular se adapte.

Nutrición: Alimenta tu rendimiento

  1. Proteínas para la recuperación muscular:
    Incluye fuentes de proteínas magras como pollo, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos bajos en grasa en cada comida. Esto ayudará a reparar y fortalecer los músculos después de correr.
  2. Carbohidratos como fuente de energía:
    Los carbohidratos son esenciales para los corredores, ya que proporcionan la energía necesaria para tus entrenamientos. Opta por carbohidratos complejos como arroz integral, avena, quinua y frutas.
  3. Grasas saludables:
    Incorpora grasas buenas como las del aguacate, nueces, semillas y pescados grasos (como el salmón). Estas no solo aportan energía, sino que también ayudan a reducir la inflamación.
  4. Hidratación constante:
    A medida que envejecemos, la sensación de sed disminuye, pero las necesidades de hidratación permanecen. Bebe agua regularmente durante todo el día y considera bebidas isotónicas durante sesiones largas para reponer electrolitos.
  5. Micronutrientes esenciales:
    Asegúrate de consumir alimentos ricos en calcio (lácteos o alternativas vegetales fortificadas), hierro (carnes magras o legumbres combinadas con vitamina C) y antioxidantes (frutas y verduras coloridas) para apoyar la salud ósea, muscular e inmunológica.

Planifica tus comidas pre y post-entrenamiento

  • Antes de correr: Consume una comida ligera rica en carbohidratos (como una tostada integral con plátano) al menos 1-2 horas antes del entrenamiento.
  • Después de correr: Combina proteínas y carbohidratos dentro de los 30 minutos posteriores al ejercicio para maximizar la recuperación (por ejemplo, yogur con avena y frutas).

Con estas estrategias, no solo protegerás tu corazón y mejorarás tu rendimiento, sino que también disfrutarás del running con más energía y vitalidad. ¡Recuerda que un cuerpo bien cuidado es el mejor aliado para sumar kilómetros!

 

Historias cercanas que nos motivan a correr después de los 40

No hace falta mirar a atletas famosos o grandes figuras deportivas para encontrar inspiración, muchas veces, las historias más motivadoras están justo a nuestro alrededor.

Seguro que conoces a alguien en tu círculo cercano que ha decidido empezar a correr después de los 40, y su experiencia puede ser una fuente valiosa de aprendizaje y motivación.

Tal vez sea un amigo que se puso las zapatillas por primera vez para mejorar su salud y ahora no puede pasar un fin de semana sin participar en alguna carrera local. O quizás una compañera de trabajo que comenzó a correr para gestionar el estrés y terminó encontrando en el running su forma favorita de desconectar.

Incluso podrías tener un vecino que, tras superar una lesión o un problema de salud, volvió al deporte con más fuerza y determinación que nunca.

Estas historias nos recuerdan que el running no es solo para los jóvenes o los profesionales, es un deporte accesible para todos, sin importar la edad ni el nivel físico.

Cada corredor tiene su propio objetivo: algunos buscan mejorar su resistencia, otros simplemente disfrutar del aire libre, y muchos lo hacen por la satisfacción personal de superar pequeños retos diarios. Así que la próxima vez que te falte motivación, piensa en esas personas cercanas que han encontrado en el running una forma de transformar su vida.

¡Ellos son la prueba de que tú también puedes hacerlo!

 

Descubre las lesiones más comunes en corredores mayores de 40 años, desde la tendinitis de Aquiles hasta las fracturas por estrés. Aprende sus causas, síntomas y cómo prevenirlas para seguir disfrutando del running sin convertirte en cliente habitual del fisioterapeuta. ¡Haz clic aquí para leer más!

 

La página Técnica de carrera: Aprende a correr correctamente y evita lesiones ofrece una guía completa para mejorar tu técnica al correr, optimizar tu rendimiento y prevenir lesiones. Aprenderás consejos prácticos sobre postura, zancada, respiración y fortalecimiento muscular, esenciales tanto para principiantes como para corredores avanzados que buscan perfeccionar su estilo y disfrutar más del running.

 

El eterno dilema del huevo y la gallina: peso o lesiones. Si eres un corredor de más de 40 años, probablemente te hayas enfrentado al desafío de equilibrar tu peso y evitar lesiones. Pero no te preocupes, hay soluciones que pueden ayudarte a correr de forma segura y efectiva. Descubre en este artículo cómo encontrar el equilibrio perfecto para seguir disfrutando del running. ¡No te lo pierdas!

 

Caminar: la clave para mantenerse activo después de los 40

A partir de los 50 años, el impacto del footing y la carrera puede pasar factura al cuerpo, haciendo más difícil su práctica sin riesgo de lesiones. En su lugar, caminar se convierte en una excelente opción, especialmente si se apuesta por el senderismo. Descubre los beneficios de caminar para gastaer calorías sin lesionarse después de los 40 años y sigue disfrutando del ejercicio sin comprometer tus articulaciones.

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